Debemos saber que cuando un comportamiento o un patrón de pensamiento se producen durante largo tiempo, se establece un nuevo hábito que condiciona nuestra conducta. La norma establecida y la educación recibida van configurando muchos de nuestros procesos mentales, provocando nuevas respuestas que se producen de manera automática.
Toda nuestra base de creencias y escala de valores determinan nuestro modo de proceder, por lo que ante una situación nueva que suponga un cambio en la respuesta, pasaremos necesariamente por un proceso de aprendizaje que permita fijar el nuevo hábito para una nueva respuesta automática.
Sentirnos incómodos es la mejor manera de abrirnos a nuevas experiencias y posibilidades. Cuando un cambio de perspectiva y de la forma de pensar viene dado por algo que nos produce insatisfacción o que no nos funciona, podemos plantearnos afrontar un reto. Abrirnos a una nueva idea y a nuevas posibilidades implica superar el miedo y la incertidumbre que conlleva el hecho de adentrarnos en un territorio desconocido.
Considerar estas nuevas ideas y tomar la decisión de afrontar el reto, provocará un cambio en el modo de pensar y proceder, pudiéndose producir una modificación de nuestra base de creencias y hábitos, siempre y cuando los nuevos que vienen a incorporarse no sean incompatibles con los ya establecidos, pues de lo contrario podrán darse situaciones de conflicto y lucha interna por incompatibilidad. Para evitar estas situaciones, la clave está en que hay que eliminar el hábito o la creencia anterior para que se integre lo nuevo. Sólo así podremos avanzar.
La mente va acumulando conocimiento y experiencias a lo largo de la vida, por lo que muchas veces se ve saturada. Así que un modo saludable de mantenerla en forma es vaciarla, antes de empezar, de todo lo que ya no nos sirve, aquello que nos lastra y nos impide incorporar nuevos programas que favorezcan nuestro camino de crecimiento. Por eso es de buena práctica recordar la sencilla norma de que para acceder a un espacio que está ocupado, debemos permitir que salga parte de su contenido.
Es así de sencillo. Antes de entrar, hay que dejar salir.
Lo que tenemos que aprender, lo aprendemos haciendo. Aristóteles
© 2.015 Gabriel Hernández Guillamón
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