La creencia: creer en ti y en tus capacidades
Una creencia decidida y firme en lo que se está haciendo, resulta vital e imprescindible en todo proyecto y desempeño profesional. Es clave para alcanzar los objetivos que nos hemos marcado.
Todo logro, toda conquista y avance es, en un principio, un pensamiento, una idea. Es esencial poder ver, antes de que se manifieste, aquello que hemos imaginado tal y como queremos que se haga realidad.
Estamos educados en la creencia de que si vemos, podemos creer. Necesitamos ver y tocar para poder creer, meter el dedo en la llaga. Y es justamente al contrario como suceden las cosas en la realidad.
Si creemos, acabamos viendo el objeto de nuestra creencia. Es un impulso de pensamiento, una intención lo que pone en marcha el proceso creativo. La creencia debe ser total, absoluta, inquebrantable, demoledora. La creencia es la fe, es la certeza sin evidencia.
Dicho de otro modo, podemos así decirnos que:
CREO (crear) en lo que CREO (creer).
Si no lo CREO (crear) no lo VEO
Por lo tanto, CREER es CREAR. Esa es mi creencia.
Si llevas poco tiempo en tu profesión, no pasa nada. Si aún has cosechado pocos triunfos no te preocupes, lo que cuenta es dónde estás ahora, dónde quieres llegar y cómo lo vas a lograr.
Somos creadores, pero estamos obligados a creer en lo que hacemos. Y esta es la clave, el principal ingrediente, el truco para tener éxito en tu carrera profesional.
Tengamos presente que:
En ese estado, cuando hables del proyecto, la idea, la oportunidad, tu interlocutor notará tu falta de creencia, tu inseguridad y le contagiarás tu falta de fe y entusiasmo.
Si tienes la creencia firme en lo que haces, obtienes resultados, porque tu determinación se va a notar, vas a transmitir una imagen poderosa, cargada de buenas vibraciones y energía positiva.
Además, si crees en ti y lo que haces, transmites credibilidad. La credibilidad es sinónimo de sinceridad y ambas cosas construyen la seguridad, la afinidad y la confianza ti y en lo que haces ante las personas interesadas en ti y en tu proyecto.
Entonces tu trayectoria, tus logros y experiencias personales, cobran sentido para las personas a las que les muestras tu proyecto y tus talentos.
Después, sólo te queda poner foco en tu proyecto, desarrollar tu plan de acción, ser metódico y disciplinado hasta obtener resultados como consecuencia de un proceso.
Y al conseguir esos resultados, verás aún más reforzada día a día tu creencia.
Para el que cree, no es necesaria ninguna explicación. Para el que no cree, toda explicación sobra. Franz Werfel.
© 2.010 Gabriel Hernández Guillamón
Comentarios recientes